La alta dirección de muchas empresas no se lleva bien con las nuevas tecnologías, lo que no sólo perjudica a la marca, sino que provoca desajustes entre negocio y realidad. No hay que obsesionarse con las tecnologías, pero sí conocerlas y saber cómo sacarles provecho.
Por Rafael Cera, Consultor de empresas
Hacía tiempo que llevaba pensado escribir una pequeña reflexión sobre el tema de cómo encaja la alta dirección de las empresas en España la utilización y rendimiento de las nuevas tecnologías. Pero me he animado definitivamente cuando he leído que una prestigiosa escuela de negocios española ve una oportunidad de negocio en relacionar estos dos parámetros, Alta dirección y entorno digital, por lo que lanzará en breve programas dirigidos a mejorar esa relación.
Mi decisión de escribir estas líneas surge, pues es la confirmación de que mi apreciación a través de la experiencia directa se confirmaba: la dirección de la empresas en España, en un altísimo porcentaje, desconoce, infravalora, malutiliza o no cree en el potencial y posibilidades de las nuevas tecnologías. Cuando hablo de nuevas tecnologías estoy metiendo en el mismo saco al mundo on line, software de gestión, aplicaciones móviles etc.
Sobre cuáles son las razones de este gap entre alta dirección y nuevas tecnologías, paso a describir las que entiendo como más determinantes:
– Las nuevas tecnologías y su auge son de una generación posterior a la mayor parte de los altos directivos que tenemos en España, por lo que no se reconocen como coetáneos a las habilidades adquiridas en un pasado.
– Los altos directivos perciben exclusivamente como herramientas a estas nuevas tecnologías, cuando sean han convertido en el inicio de una nueva cultura-generación imprescindible en el management moderno; no es una herramienta, es una forma de pensar y hacer negocios.
– La rentabilización de las nuevas tecnologías requiere de una forma de pensar adecuada a sus premisas y características, el cambio supone importantes reposicionamientos mentales entre los dirigentes.
– La alta dirección está dejando en manos de mandos de menor nivel jerárquico la gestión, proyección y dirección de las nuevas tecnologías, y aunque no lo sepan están consiguiendo el efecto contrario al perseguido: están perdiendo cuotas de poder.
– En el mundo online está todavía todo por descubrir, por lo que no existen hoy día reglas de funcionamientos que garanticen éxitos. Eso hace que los altos directivos no lo tomen con la seriedad que se requiere.
– Veo con estupor como máximos responsables de empresas de relevante tamaño e importancia, desconocen las posibilidades que brindan los Twitter, Facebook, Whatsapp, LinkedIn, Pinterest, etc., o cómo desconocen la existencia de multitud de servicios a través de la nube que pueden rentabilizar costes, tiempos, etc.
– El mundo de las NNTT es el mundo de lo intangible, y esa característica para muchos dirigentes es algo que no genera confianza. Me parece significativo conocer altos directivos que poseen magnificas tablets que infrautilizan por desconocimiento del potencial que pueden tener, la imagen es más importante que el contenido.
– La alta dirección piensa que la nueva tecnologías son un campo cerrado a tecnócratas, cuando es un valor estratégico en el management actual.
Consecuencias que produce las causas apuntadas:
– Pérdida de oportunidades reales de negocio.
– Se ha delimitado la relación de la NNTT en departamentos concretos, efecto parecido al de hace muchos años cuando el marketing era cosa de la gente de Comercial; hoy invade toda la organización.
– La alta dirección no se compromete con proyectos importantes que podrían reportar importantes resultados por desconfianza, por desconocimiento.
– Quizás la productividad se vería mejorada con una apuesta mas contundente por las NNTT.
– Existe una brecha ideológica en la organización entre la alta dirección cuando no hay una cultura de lo digital con los mandos de menor rango jerárquico, mucho más y mejor preparado en este entorno tecnológico: desperdicio de talento y eficiencia.
– Una dirección que no acepte la cultura de lo tecnológico se verá influenciada negativamente en su branding.
– Si la alta dirección no le gusta, no cree, no apuesta, no le parece estratégico las NNTT, la empresa no apostara por este ámbito y perderá capacidad competitiva.
– En estos momento las NNTT son una puerta que admite toda la creatividad que una organización sea capaz de aplicar. Cerrarnos a negar la importancia de lo tecnológico es un portazo a esa creatividad.
¿Qué pueden hacer las personas de alto nivel directivos que se lleve mal con las NNTT, si quieren ganar en competitividad en este campo?
– No le dé la espalda a esa que es su carencia. Sería recomendable que le gustara ese mundo, pero si eso es imposible, intente ver las posibilidades que concede. Véalo como un proyecto de oportunidades.
– Cuando esté convencido de que el futuro de su organización necesariamente va a pasar por utilizar de manera adecuada la tecnología, aprenda qué se puede conseguir con todo lo que el mercado ofrece. No es importante que sea un tecnócrata, que sepa utilizar de manera optima todas la herramientas que existen, es importante que las conozca, las entienda, que sepa qué se puede hacer con ellas, qué posibilidades pueden ofrecer, el resto déjelo en manos de los técnicos.
– Haga un programa condensado donde se le explique en su lenguaje todo esto que comentamos. Fórmese, vuelva al aula, verá que no es tán complejo y en ocasiones incluso divertido.
– Mire desde la utilidad el mundo tecnológico y dispare su creatividad en proyectos. El aspecto técnico y sus limitaciones lo podrán los técnicos de su organización.
– Ha de convivir con alguien que ha venido para quedarse. Darle la espalda con razones como «Eso ya lo tengo en manos de otros» es una excusa que implica pérdida de poder dentro de la organización.
– Lea, dedique algún tiempo a conocer cosas sobre nuevas herramientas que surgen. Éstas siempre son consecuencia de evoluciones y demandas de los clientes, y a usted le interesa conocer la evolución de sus clientes.
– No le debe obsesionar las NNTT, tan solo ha de saber sacar provecho de ellas.
En definitiva podemos afirmar que la alta dirección no se “lleva bien con las nuevas tecnologías”, y creo que esto puede estar generando un desajuste entre negocio y realidad, de forma que obviar o desatender las NNTT es negar la existencia de una parte importante de la realidad.
No quiero que se interpreten de mis palabras que entiendo que la solución a todos nuestros problemas empresariales está en las nuevas tecnologías y ámbitos online, de hecho creo que ese desconocimiento lo están aprovechando muchos personajes de dudosa capacidad profesional para vender mentiras, con argumentarios como: «Con nuestro SEO los posicionaremos los primeros», «En esta campaña de generar contactos te garantizamos 25000 nuevos potenciales clientes con sus datos», «Esta aplicación o software te solucionará todos tus problemas»… Son premisas que continuamente escucho y que en muchos casos son mentiras basadas en el desconocimiento de los que deciden, en su falta de rigor para opinar sobre estos asuntos.
Pero si sería incauto por mi parte no reconocer que las NNTT y los ámbitos online han venido para quedarse, que son importantes y que producen oportunidades de negocios, así como una amenaza importante para muchas empresas si se infravaloran o se malutilizan esos recursos.
Es por ello que hago un llamamiento a todos aquellos que deban decidir el futuro de sus organizaciones y no les interese el mundo de la NNTT: o recapacitan y se reeducan, o en breve esa carencia acabará con su puesto de trabajo y, lo que puede ser peor, con su empresa. El primer convencido para que las organizaciones den el salto a la cultura de la nuevas tecnologías ha de ser la alta dirección; sí, usted que decide.
Fuente: http://www.baquia.com/posts/2012-07-09-alta-direccion-y-nuevas-tecnologias-por-que-no-se-entienden